Colosenses
Colosas era una pequeña ciudad de poca importancia en el valle del río Licus, en lo que actualmente es Turquía. Se desarrollaba a la sombra de dos ciudades más importantes, Laodicea e Hierápolis, y actualmente de ella no quedan más que ruinas. Estaba ubicada a unos 180 km de la ciudad de Efeso.
Filemón, un residente de la ciudad, había tenido un esclavo llamado Onésimo, que escapó y huyó. En Roma conoció a Pablo y se convirtió. Más tarde, Pablo lo envió de regreso a Colosas, junto con Tíquico (Colosenses 4:7-9), con dos cartas: una para su amo Filemón (la epístola a Filemón), y otra para la iglesia de esa ciudad, que es la que vamos a estudiar ahora.
Colosas quedó grabada en la memoria de los cristianos por esta carta que Pablo escribió a su iglesia. Aparentemente en esa época la iglesia estaba amenazada por ciertas enseñanzas falsas, y la mayoría de los comentaristas están de acuerdo en que el propósito principal de Pablo era advertir a los colosenses de ese peligro. Habla muy poco del problema en sí, pero ocupa mucho tiempo en buscar la solución: un concepto adecuado de quién es Cristo, su obra, y nuestra relación con él.
El estudio no se basa en ninguna versión particular de la Biblia. Por el contrario, esperamos que usted utilice dos o más versiones en su lectura y estudio personal. Repetimos una regla básica del estudio bíblico: lea el libro completo varias veces. Esto nos ayuda a visualizar la totalidad del mensaje.
(8 lecciones)
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