El Espíritu Santo
Sobre ciertos temas, el Nuevo Testamento es categóricamente firme. Por ejemplo, insiste en que la única manera de llegar a Dios es por medio de Jesucristo. Él es la puerta; es imposible entrar por otro lugar. Y justamente por esta razón todo creyente debe empaparse del conocimiento de su Salvador y Señor.
Pero otra afirmación igualmente decisiva es la siguiente: El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo (Romanos 8:9). La característica fundamental que nos distingue de la gente del mundo es la presencia del Espíritu de Dios en nuestra vida. Sin el Espíritu, no tenemos vida. Esto implica que necesitamos también conocer bien al Espíritu de Dios, y su obra en nosotros.
Pero reconocemos, lamentablemente, que éste es un tema que ha dividido a los seguidores de Jesucristo. En la práctica ha resultado ser un tema polémico en vez de una fuerza que nos une.
El tema del Espíritu es parecido al tema de Dios: es demasiado extenso como para reducirlo a algunas pocas lecciones. Pero nuestro propósito es práctico. Queremos ayudarle a:
- Pensar sobre el tema.
- Reconocer que el Espíritu es una persona y no una “influencia”.
- Sentir algunos resultados de esta verdad.
- Conocer la posición bíblica en cuanto a los temas más polémicos.
Hemos dejado para otro cuaderno uno de los aspectos más importantes… pero también más discutidos: los dones del Espíritu. Deseamos que el Espíritu de Verdad nos guíe a su verdad.
(8 lecciones)
Tiene guía para maestro
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