La Aventura de Conocer a Dios II
El presente trabajo consiste en un programa de educación cristiana sistemático, ordenado y completo, dirigido a maestros de niños y adolescentes, o a grupos de adolescentes. En el mismo se ha priorizado el estudio bíblico por parte del maestro, su creatividad, así como también su capacidad para adaptar el mensaje de Vida a sus alumnos, basada en el conocimiento que tiene de ellos.
Generalmente, el material para las personas dedicadas a la enseñanza de la Palabra, consiste en lecciones que impactaron al que las utilizó por primera vez o al escritor de las mismas, pero el maestro, que luego va a hacer uso de ellas, debe memorizar detalles, secuencias, que a él no le han llamado la atención. Así como es mucho más saludable y apetitoso alimentarse con comida fresca, elaborada en forma casera, sin recalentar, consideramos que es mucho más edificante y atrayente, tanto para el maestro como para el alumno, si el que transmite la Palabra comparte lo que ella habló en forma directa a su corazón. Es decir, el maestro busca en la Biblia las verdades que Dios quiere enseñarle primeramente a él, quien será el encargado de transmitir de “primera mano” estas verdades a sus alumnos, con toda la pasión que produce el descubrimiento.
Este material consiste en una serie de estudios bíblicos dirigidos a los que enseñan la Palabra. Son ellos los que deben bucear en las profundidades de las Escrituras en busca de los tesoros que los niños necesitan. A continuación del estudio bíblico se presenta un bosquejo que puede ayudar al maestro en el momento de presentación de la lección. Se sugieren objetivos específicos que se proponen alcanzar ese día, así como también algunas ideas para comenzar la clase.
Es nuestro desafío que los maestros utilicen al máximo su creatividad y, de acuerdo a la realidad que viven sus alumnos, despierten en ellos el interés por la verdad revelada.
Este plan de estudios permite la posibilidad de que los distintos niveles o clases en la iglesia local puedan desarrollar los mismos temas simultáneamente, ya que cada maestro realizará la adaptación de su presentación de acuerdo a las edades de los niños. En grupos de adolescentes, puede emplearse directamente el cuestionario propuesto.
El programa abarca cinco años de enseñanza. De esta manera los niños que reciban diez años de educación bíblica en una iglesia escucharán dos veces la misma historia pero, sin duda, con un énfasis o nivel de complejidad diferente.
Si bien cada año se abordará un tema clave, en la primera etapa del mismo, antes del receso invernal, se abordarán historias del Antiguo Testamento y en la segunda etapa, del Nuevo Testamento.
Sin duda, los encuentros previstos para las clases con los niños superen a los contemplados en este programa. La razón de esto es que siempre se necesitan días para ocasiones especiales, excursiones, celebraciones, concursos, repasos, visitas, etc.
Segundo año: Respondiendo al Llamado
Primera parte – Antiguo Testamento:
Dios comienza a formar un pueblo: Abraham, Isaac, Jacob y José
Segunda parte – Nuevo Testamento:
El nuevo pueblo de Dios: Jesús llama a sus discípulos; parábolas; enseñanzas; gran comisión